Los mareos afectan a cerca del 15-20% de los adultos en cierta medida cada año, y es una de las razones más comunes de visitas a la sala de emergencias. Uno de los tres sistemas que funciona para ayudarnos a mantener el equilibrio es el sistema propioceptivo que se compone de mecanorreceptores ubicados en nuestras cápsulas articulares, músculos y más, que se comunican con el cerebro para hacerle saber dónde está cada parte del cuerpo en el espacio. Esta información sensorial proviene de todo el cuerpo y de la parte superior del cuello hasta el cerebro.
En presencia de un trastorno musculoesquelético que afecta la columna cervical superior, la entrada sensorial que alimenta el sistema propioceptivo puede alterarse o perturbarse, lo que se experimenta como mareos. Los pacientes con mareos causados por una disfunción en el cuello—llamados mareos cervicogénicos—a menudo describen sus síntomas como sensaciones de "ebriedad" o aturdimiento, mareos asociados con los movimientos del cuello, movimiento restringido del cuello, y dolor de cuello.
La BUENA NOTICIA es que se ha demostrado que las terapias manuales—el tratamiento principal utilizado por los quiroprácticos—benefician significativamente a los pacientes con mareos cervicogénicos. En un ensayo controlado aleatorio del 2022 que incluyó a 40 pacientes con dolor de cabeza cervicogénico, los investigadores dividieron a los pacientes en dos grupos. El primer grupo recibió tres tratamientos con 48 horas de diferencia que incluían terapia cervical superior de los tejidos blandos seguida de manipulación de empuje de baja amplitud y alta velocidad. El otro grupo no recibió tratamiento y sirvió como grupo de control.
Los investigadores observaron que los pacientes del grupo de tratamiento no solo experimentaron mayores mejoras en la intensidad del dolor, la movilidad de la columna, y los mareos después de la fase de tratamiento del estudio, sino que estos beneficios persistieron hasta un mes después durante una visita de seguimiento. Los pacientes del grupo de control no informaron mejoría en ningún momento.
Los hallazgos sugieren que los pacientes que experimentan mareos acompañados de restricción del rango o del movimiento cervical o dolor de cuello deben ser evaluados por un médico quiropráctico para determinar si pueden beneficiarse con tratamiento para restaurar el movimiento normal de la columna cervical superior.