Estadísticamente, el dolor lumbar es una afección que afectará a casi el 90% de las personas, y es tanto una de las principales causas de discapacidad como la razón principal por la que los pacientes visitan a un quiropráctico. Además de las terapias manuales proporcionadas en el consultorio (como la manipulación espinal), generalmente se recomienda a los pacientes con dolor lumbar crónico que permanezcan o se vuelvan más activos. Esto no solo ayuda en el proceso de recuperación, sino que también puede ayudar a reducir el riesgo de recurrencia del dolor de espalda. ¿Se puede lograr esto con caminatas diarias o se requiere una rutina de ejercicios más completa?
La belleza de caminar es que estimula varios sentidos (visual, olfativo, y auditivo), activa varios grupos musculares, incrementa la circulación, abre las vías respiratorias, y ayuda en la digestión. Lo mejor de todo es que se puede hacer prácticamente en cualquier lugar y a muy bajo costo aparte de un buen par de zapatos.
Una revisión de la literatura de 2019 encontró que para los pacientes con dolor lumbar crónico, caminar proporcionó beneficios similares a otras formas de ejercicio con respecto a la intensidad del dolor, la discapacidad, la calidad de vida, y la evasión del miedo. Interesantemente, los investigadores también observaron que agregar la caminata a un programa de ejercicios más estructurado no condujo a una mayor mejora en ninguna de las categorías mencionadas anteriormente. Sin embargo, señalaron que es necesario realizar estudios adicionales para determinar si una velocidad de caminata, o recorrer una distancia específica u otro factor pueden mejorar los resultados generales.
Estos hallazgos corresponden a una revisión sistemática realizada tres años antes que también informó la efectividad de caminar—particularmente en el suelo versus una caminadora—en comparación con otras formas de ejercicio para pacientes con dolor lumbar crónico. Otra revisión sistemática publicada un año después confirmó que caminar puede proporcionar beneficios tanto a corto como a largo plazo a los pacientes con dolor lumbar crónico para mejorar tanto el dolor como la discapacidad.
En resumen: los datos sugieren que una caminata diaria ciertamente tiene un lugar en un enfoque de tratamiento multimodal para controlar el dolor de espalda crónico. Esto también puede incluir manipulación espinal, movilización, y otras terapias manuales, además de modalidades de fisioterapia, asesoramiento nutricional, instrucción ergonómica y más.