Para los adultos menores de 50 años, las migrañas son una de las principales causas de discapacidad. Existen varias causas subyacentes potenciales para la afección, de las cuales una parece ser un estado proinflamatorio y oxidativo en el cuerpo. Afortunadamente, esto se puede abordar mediante opciones de estilo de vida más saludables.
La inflamación sistémica o de bajo grado ocurre cuando el sistema inmunológico está crónicamente bajo estrés debido al efecto de la obesidad, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, una dieta deficiente, una lesión persistente, el estrés o una combinación de estos factores. Además de ser una causa potencial de migrañas, la inflamación sistémica también está relacionada con un riesgo elevado de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 y malos resultados del cáncer.
Los patrones de alimentación como las dietas Paleo, DASH y la Mediterránea, se caracterizan por una alta ingesta de alimentos con propiedades antiinflamatorias (como frutas y verduras) y evitar las comidas proinflamatorias, como los alimentos muy procesados y los que contienen azúcares añadidos. Otros estudios han encontrado que la dieta Cetogénica, de bajo índice glucémico e incluso una dieta Atkins modificada, pueden reducir la inflamación. Por otro lado, la dieta típica Occidental se asocia con una ingesta alta de grasas y azúcares no saludables, que pueden estimular una respuesta inflamatoria.
Se sospecha que la microbiota intestinal puede desempeñar un papel en el proceso inflamatorio, por lo que consumir alimentos que nutran una población saludable de bacterias en el intestino puede beneficiar a los pacientes con migraña. Otra investigación ha demostrado que comer más alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 puede ayudar a reducir la inflamación.
Las dietas asociadas con una menor inflamación también pueden ayudar a perder peso, lo cual es importante porque llevar un exceso de peso también puede estimular la inflamación en el cuerpo. Una revisión sistémica presentada en el 2019 en la reunión anual de la Sociedad de Endocrinología se concluyó que la pérdida de peso puede reducir la frecuencia, intensidad, duración y discapacidad de las migrañas. Además de su papel en la pérdida de peso, el ejercicio también puede reducir el estrés, que es otro factor de inflamación.
Vivir un estilo de vida más saludable no es fácil, especialmente después de años o décadas de hábitos poco saludables. Su médico quiropráctico puede responderle preguntas relacionadas con la nutrición y el estado físico e incluso mostrarle ejercicios que pueden ser más adecuados para su situación actual. Si los dolores y molestias se interponen en el camino, su quiropráctico puede brindarle un tratamiento en el consultorio para ayudarle a restablecer el movimiento normal para que pueda mantenerse activo, especialmente cuando se trata de la columna cervical, ya que se ha demostrado que la disfunción en el cuello juega algún papel en el proceso de migraña.