Probablemente hayas escuchado a alguien decir: "...no estás realmente lastimado, ¡solo estás buscando una gran liquidación!" O, "...esa persona no está realmente herida, ¡solo está en esto por el dinero!" Aunque hay casos que pueden encajar en este escenario, la mayoría de las personas que resultan lesionadas en una colisión de vehículos con mucho gusto perderían cualquier arreglo para recuperar su salud y, a veces, su vida. Entonces, ¿en qué parte de este proceso se encuentra la verdad? ¿La mayoría de las personas "fingen" sus dolencias o realmente sienten dolor? Y, ¿hay alguna manera de determinar quién tiene más probabilidades de sufrir problemas mucho después de que se resuelva su caso?
Para responder a esta pregunta, el Grupo de Trabajo de Quebec (QTF, por sus siglas en inglés) publicó dos estudios para investigar qué tipos de lesiones por latigazo cervical, que denominan "trastornos asociados a latigazo cervical" (WAD, por sus siglas en inglés), sufridas en una colisión de vehículos motorizados de impacto lateral o trasero podrían terminar sin lesiones residuales frente a aquellos que tienen más probabilidades de quedar discapacitados o con molestias permanentemente. El primero de los dos estudios publicados en 1995 introdujo 3 categorías de lesiones:
- Aquellos con dolor de cuello, rigidez o solamente sensibilidad - sin hallazgos clínicos (por medio de exámenes);
- Dolor de cuello y hallazgos clínicos que incluyen rangos disminuidos de movimiento del cuello;
- Dolor de cuello y pérdida de la función neurológica, incluidos entumecimiento o debilidad en la fuerza del brazo y/o reflejos alterados.
Luego, el QTF se propuso investigar si este enfoque podría predecir con precisión aquellos con mayor o menor probabilidad de terminar con una discapacidad significativa con problemas continuos. Publicaron estos resultados en 2001 y encontraron que si dividían la segunda categoría en dos grupos: aquellos con pérdida de movimiento del cuello frente a aquellos sin pérdida de movimiento del cuello. Aquellos pacientes que caían en el 2do grupo (con pérdida de movimiento del cuello) y 3er grupo (aquellos con signos neurológicos) tenían más probabilidades de sufrir una discapacidad a largo plazo en comparación con los de los grupos 1 y 2 (sin pérdida de movimiento del cuello). Sin embargo, muchas personas han cuestionado estas conclusiones por ser demasiado simples ya que no incluyen los problemas psicológicos como la depresión, la ansiedad y la pobre capacidad de afrontamiento, todos los cuales juegan un papel importante en la predicción de la discapacidad a largo plazo. Además, las estrategias de tratamiento deben incluir aspectos para lidiar con el trastorno de estrés postraumático, la ansiedad, la depresión y el afrontamiento; no solo los aspectos biológicos de la lesión. Un estudio convincente publicado en 2008 analizó 226 estudios sobre este tema, informando 7 factores de pronóstico y descubriendo que el 50-75% de las personas con dolor de cuello actual volverán a reportar dolor de cuello de 1 a 5 años después. La edad avanzada y los factores psicosociales, incluida la salud psicológica, los patrones de afrontamiento y la necesidad de socializar, fueron los predictores más sólidos. Otros tres predictores potenciales que requieren más investigación incluyen la presencia de artritis, factores genéticos y políticas de compensación.
La conclusión o el mejor consejo para minimizar nuestras posibilidades de tener dolor de cuello crónico e incapacitante después de un accidente automovilístico es: ¡No dejes de vivir! Es decir, continúa con tu trabajo y tus pasatiempos tanto como puedas para no caer en la espiral negativa de la discapacidad. Si sientes que decaes, busca ayuda lo antes posible. El alivio del dolor y la restauración de la función son objetivos importantes, y se ha descubierto que la quiropráctica es una de las primeras y más eficaces formas de tratamiento recomendadas por todas las pautas de tratamiento publicadas sobre el tratamiento del latigazo cervical. Al comparar los efectos secundarios potenciales, los medicamentos tienen una lista significativa de efectos negativos, mientras que la quiropráctica tiene muy pocos y una serie de beneficios positivos.
