Las personas con dolor de cuello pueden tener dificultades para tener una noche de descanso, un sueño reparador debido al dolor que los mantiene despiertos o les interrumpe el sueño. Una noche inquieta no solo puede dificultar la realización de las tareas relacionadas con la vida cotidiana o empeorar el dolor de cuello, sino que los malos hábitos de sueño con el tiempo pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades crónicas e incluso la muerte prematura, tal vez tanto como la inactividad física o una mala alimentación. Al tratar a un paciente con dolor de cuello, los médicos quiroprácticos a menudo preguntan sobre la posición para dormir y la almohada del paciente, ya que abordar estos factores puede ser importante para obtener una buena noche de descanso.
Cuando se trata de una "buena" posición para la cabeza mientras se duerme, la mayoría de los expertos recomendarían asumir una posición que imite más de cerca una buena postura erguida. Si está acostado sobre la espalda, la cabeza no debe ser forzada hacia el pecho (hiperflexionada) ni debe caer demasiado hacia atrás en hiperextensión. Cuando esté acostado de lado, la cabeza no debe ser forzada hacia arriba o hacia abajo, alejándose de la posición neutral. Si habitualmente duerme boca abajo, que generalmente NO es una buena posición para el cuello debido a la rotación estática prolongada, puede considerar una almohada muy delgada (o no usar una almohada) para no forzar el cuello demasiado hacia arriba o hacia abajo cuando se gira. Colocar una almohada para el cuerpo entre las rodillas que se extienda hacia arriba frente a la pelvis y el pecho puede funcionar como un "soporte de apoyo" para evitar que ruede boca abajo durante la noche.
¿Qué pasa con los materiales de las almohadas? Hay muchos para elegir, como plumas, espuma (con memoria y otros), agua, trigo sarraceno y/o combinaciones de estos. Aunque probablemente no haya una "mejor" opción, existen diferencias características que vale la pena discutir. Por ejemplo, la espuma viscoelástica se amolda muy bien al contorno de la cabeza y el cuello, pero puede estar caliente y tener un olor desagradable. La espuma de látex tiene la ventaja de amoldarse bien a los contornos sin calentarse y viene en varias densidades para adaptarse a las preferencias, lo que puede ser muy útil para aquellos con dolor de cuello y dolores de cabeza. Generalmente, la espuma de mayor densidad ofrece menos roturas y más soporte. El látex también es resistente al moho y los ácaros del polvo, otra clara ventaja. Las plumas y las almohadas de plumón pueden moldearse para adaptarse bien al contorno del cuerpo, pero tienden a perder esa posición inicial ya que las plumas a menudo se extienden mientras duerme. Algunas personas también se sienten molestas por las alergias o la sensibilidad de la piel, lo que hace que las almohadas de plumas y ciertos tipos de espuma sean indeseables. Los cascos de trigo sarraceno tienden a moldearse bien y a ser fríos, pero luego pueden ser ruidosos al moverse. La firmeza del colchón también debe tenerse en cuenta, ya que la cantidad de "hundimiento" afectará la decisión del grosor de la almohada.
Si el dolor musculoesquelético interfiere con su sueño, consulte con su médico quiropráctico para ayudar a determinar la mejor posición y almohada para su caso individual. Su quiropráctico también puede ofrecer recomendaciones nutricionales con el objetivo de mejorar la calidad del sueño.