Los dolores de cabeza pueden alterar significativamente la calidad de vida de una persona. Además, pueden interferir y, a veces, incluso impedir que una persona realice actividades importantes como ir al trabajo, asistir a la escuela o participar en actividades grupales como deportes, programas de música, reuniones vacacionales y más. El enfoque del artículo de este mes se centra en los dolores de cabeza del tipo tensional o cefalea tensional (CT), un "dolor de cabeza primario" común con un tremendo impacto socioeconómico.
En comparación con las migrañas, las cefaleas tensionales son en realidad más comunes y pueden ser igualmente incapacitantes. Un estudio de 2014, que revisó los enfoques de tratamiento populares para la CT, informó que establecer un diagnóstico preciso es importante antes de comenzar el tratamiento y encontró que "... el abordaje sin medicamentos es crucial". Las recomendaciones con respecto al tratamiento también incluyen informarse acerca de la CT, obtener tranquilidad e identificar los factores desencadenantes que puedan precipitar una CT. Los tratamientos psicológicos con beneficios científicamente probados incluyen, entrenamiento de relajación, biorretroalimentación EMG y "terapia cognitivo-conductual" (TCC). La fisioterapia, la quiropráctica y la acupuntura se utilizan ampliamente, pero se necesitan más investigaciones que respalden estos enfoques. Los investigadores afirman que los "analgésicos simples" son la principal elección de fármacos para la CT, pero se oponen firmemente al uso de analgésicos combinados, triptanes, relajantes musculares y opioides, "... y es crucial evitar el uso frecuente y excesivo de analgésicos simples, para así prevenir el desarrollo de dolor de cabeza por uso excesivo de medicamentos". Afirman que el antidepresivo tricíclico amitriptilina es el "fármaco de primera elección" en el tratamiento de la CT crónica, pero señalan que los efectos secundarios pueden ser significativos, lo que dificulta su uso. Los investigadores concluyen que el tratamiento de la CT frecuente suele ser difícil y que los enfoques multidisciplinarios pueden resultar útiles. ¡AQUÍ ES DONDE ENCAJA LA QUIROPRÁCTICA! Estos investigadores afirman que tanto los enfoques no farmacológicos como los medicamentos "... con mayor eficacia y menos efectos secundarios [son] necesarios con urgencia". Aconsejan que los estudios futuros deben centrarse en optimizar los programas de tratamiento para adaptarse mejor a cada paciente, utilizando enfoques de tratamiento psicológico, físico y farmacológico.
Entonces, ¿Qué puede aportar la quiropráctica en este enfoque de tratamiento “en equipo”? En primer lugar, no está orientado a los medicamentos, cuya necesidad se enfatizó claramente en este estudio. En segundo lugar, la presencia de tensión muscular en la base del cráneo/parte superior del cuello se puede abordar MUY ESPECÍFICAMENTE con manipulación espinal de la columna cervical, liberación activa, liberación miofascial, terapia de puntos gatillo, tracción cervical manual, ¡Y más! En tercer lugar, el uso de nutrientes SIN PRESCRIPCIÓN como jengibre, cúrcuma, boswellia, bromelina, corteza de sauce blanco, aceite de pescado/ácidos grasos omega-3, son opciones no farmacológicas (con menos efectos secundarios potenciales) que facilitan el control de la inflamación. ¡Usar un dispositivo de tracción cervical doméstico, también puede ser MUY ÚTIL! El entrenamiento con ejercicios específicos destinados a la relajación, el estiramiento y el fortalecimiento de los músculos (especialmente los flexores profundos del cuello), ¡TODO puede SER GESTIONADO por un médico quiropráctico!