El dolor lumbar representa más de 3 millones de visitas al departamento de emergencias por año, solamente en los Estados Unidos. En todo el mundo, el dolor lumbar afecta aproximadamente al 84% de la población general, por lo que eventualmente casi TODOS padecerán de dolor lumbar que requiera tratamiento. Hay evidencia que se remonta a las antiguas épocas romana y griega, que indica que el dolor de espalda también era muy frecuente, y eso realmente no ha cambiado. Algunos creen que es porque somos bípedos (caminamos sobre dos piernas) en lugar de cuadrúpedos (caminar sobre cuatro extremidades). Al comparar las dos, la enfermedad degenerativa del disco y la osteoartritis espinal, estas se posponen en las especies de cuatro patas en aproximadamente dos décadas (equivalentes). Pero independientemente de la razón, el dolor de espalda es "la regla", NO la excepción cuando se trata de visitas de pacientes a quiroprácticos y médicos. Anteriormente, analizamos la tasa quirúrgica del dolor lumbar comparando pacientes que inicialmente fueron a cirujanos de columna frente aquellos que fueron a quiroprácticos, ¡Y nos sorprendió! ¿Recuerda? Aproximadamente el 43% de los trabajadores que vieron por primera vez a un cirujano se sometieron a una cirugía, en comparación con ¡SOLO el 1,5% de los que vieron por primera vez a un quiropráctico! Entonces, las preguntas de este mes son: ¿Qué tan exitosa ES la cirugía de columna? ¿Qué pasa con todos los pacientes que se han sometido a una cirugía pero que aún tienen problemas? ¿Aún puede la quiropráctica ayudarlos?
Una revisión de la literatura publicada en el Journal of the American Academy of Orthopaedic Surgeons demostró que en la mayoría de los casos de enfermedad degenerativa del disco (EDD), los enfoques no quirúrgicos (como la atención quiropráctica) son la opción de tratamiento más eficaz. Informan que la tasa de éxito de las fusiones espinales para EDD es solo del 50-60%. El advenimiento de los discos artificiales, que originalmente se propuso como una "cura" para la enfermedad sintomática discal, no ha ido mejor; con posibles peores problemas a largo plazo que aún no se comprenden completamente. Los autores de la revisión escribieron: "La cirugía debería ser la última opción, pero con demasiada frecuencia los pacientes piensan en la cirugía como una cura absoluta y están ansiosos por embarcarse en ella ... Además, los cirujanos deben prestar mucha atención a la lista de contraindicaciones, y recomendar la cirugía solo para aquellos pacientes que realmente puedan beneficiarse de ella". Otro estudio informó que, cuando se les siguió durante diez años después de la cirugía de disco artificial, ¡Un similar 40% de los pacientes tratados, fracasaron y se sometieron a una segunda cirugía en tres años! Se informaron hallazgos similares para la estenosis espinal posquirúrgica, así como para otras afecciones espinales.
Entonces, ¿Qué pasa con la tasa de éxito en el abordaje quiropráctico para los pacientes que se han sometido a una cirugía de espalda baja? En un artículo de 2012, tres pacientes que tenían fusiones espinales lumbares previas, al menos dos años antes de que fueran tratados con manipulación espinal (tres tratamientos durante tres días consecutivos) seguido de rehabilitación durante ocho semanas. Al finalizar la atención, los tres (100%) tuvieron una mejoría clínica que se mantuvo aún, un año después. Otro estudio informó que 32 casos de pacientes con dolor lumbar posquirúrgico sometidos a atención quiropráctica dieron como resultado una disminución promedio del dolor de 6.4/10 a 2.3/10 (eso significa que el dolor se redujo en 4.1 puntos de 10 o 64%). Se informó una caída aún mayor al dividir a los que se sometieron a una combinación de cirugías de columna (discectomía, fusión y/o laminectomía) ¡Con una caída del dolor de 5,7 sobre 10 puntos!
Normalmente, la cirugía de columna DEBERÍA ser el último recurso, pero ahora sabemos que no siempre se practica. SI un paciente ha tenido más de una cirugía y todavía tiene dolor, se aplica el término "síndrome de espalda fallida" y conlleva muchos síntomas y discapacidad. Una vez más, ¡NO utilizar la quiropráctica después de la cirugía parece casi tan tonto como no utilizarla antes de la cirugía!