Las migrañas afectan aproximadamente al 15% de la población general y generalmente se tratan con medicamentos. Sin embargo, este enfoque de tratamiento tradicional no es bien tolerado por algunos pacientes con migraña debido a los efectos secundarios. Además, algunas personas prefieren evitar los riesgos asociados con la toma de algunos medicamentos a largo plazo.
Una revisión sistemática de la literatura de ensayos controlados aleatorizados, que involucran el uso de terapias manuales para tratar las migrañas, encontró que la terapia quiropráctica de manipulación espinal (TME) es tan efectiva como los medicamentos propranolol y topiramato en el manejo de dichos dolores de cabeza.
Un informe de caso presentó el resultado exitoso de una mujer de 24 años embarazada que tenía antecedentes de migrañas a partir de los doce años. Anteriormente había probado otras formas de atención, incluida la osteopatía, fisioterapia, terapia de masajes y medicación, incluido un antiinflamatorio no esteroide con codeína. Debido a su embarazo, recurrió a la atención quiropráctica con la esperanza de lograr un alivio sin el uso de medicamentos. La aplicación de terapia de manipulación espinal junto con otras terapias manuales condujo a un resultado satisfactorio que le permitió dejar de usar su medicación.
Otro estudio de caso incluyó a una mujer de 72 años con un historial de 60 años de migrañas que incluían náuseas, vómitos, fotofobia (sensibilidad a la luz) y fonofobia (sensibilidad al ruido). Antes del tratamiento, el paciente tenía un promedio de una a dos migrañas por semana, que duraban de uno a tres días. Después de un curso de atención quiropráctica, sus dolores de cabeza se resolvieron por completo, lo que eliminó la necesidad de cualquier medicamento para la migraña. Un seguimiento siete años después confirmó que continuó su estatus como libre de migrañas.
En un caso que involucró a una paciente de 49 años que sufría de migrañas luego de un accidente automovilístico, un curso de doce semanas de atención quiropráctica utilizando TME junto con terapias activas y pasivas, condujo a mejoras significativas en la discapacidad relacionada con la migraña y el dolor de la paciente.
En otro caso, un niño de 17 años se cayó de cabeza mientras realizaba un salto con pértiga y comenzó a experimentar síntomas de trastorno bipolar, convulsiones, problemas para dormir y migrañas. Después de no responder a varios enfoques de tratamiento de numerosos médicos, buscó tratamiento de un médico quiropráctico a los 23 años de edad. Después de cuatro meses de atención quiropráctica, la frecuencia de sus migrañas disminuyó de tres veces a la semana a dos veces al mes. Reportó una recuperación completa después de siete meses de atención, la cual se mantuvo en un seguimiento de 18 meses.